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Pero ya Hipócrates y Aristóteles hablaban de la “sangre blanca” o del “fluido incoloro” y aunque a partir del siglo XX se ha ido investigando cada vez más, parece que incluso hoy día sus funciones no son totalmente claras.
Generalmente el sistema linfático es un conjunto de órganos, tejidos, vasos, ganglios y flujos. Recoge el líquido intersticial lleno de productos de la actividad celular y los transporta a una estructura central desde donde se lleva al sistema sanguíneo. En este aspecto regula metabolitos endógenos y productos de desecho.
Además el sistema linfático es un componente esencial para el sistema inmune ayudando a la protección ante una gran cantidad de factores patógenos. Transporta fluidos que llevan bacterias, virus, hongos hacia los ganglios linfáticos inmunoactivos donde los linfocitos, células reticulares y macrófagos matan o neutralizan las toxinas o células , sustancias y organismos dañinos.
El sistema linfático también tiene una función nutritiva en la que asiste llevando nutrientes a los tejidos próximos.
Mientras en la ciencia occidental hasta hace poco el sistema linfático recibía poca atención, en oriente donde la ciencia está basada en prueba y error y el Qi es honorado, los resultados de un sistema linfático sano versus un sistema linfático enfermo se pudieron contrastar en diferentes individuos. Aún así la función linfática se mantuvo desconocida e indefinida y sus efectos se describína generalmente con Qi o Prana y fluidos orgánicos. Así se desarrollo un sistema para generar y hacer circular la linfa dentro de una práctica de autocuidados como el Qigong o el Yoga. Si miramos atentamente esta práctica, incluso nos puede aparecer que fue creada especialmente para favorecer la función linfática. Respiraciones y movimientos todos tienen efectos específicos sobre la producción y circulación de la linfa.
Actualmente se cree que la linfa se genera desde la filtración de plasma sanguíneo de los capilares. Esto significa que la mayor parte de la linfa se genera con los mismos procesos fisiológicos que la energía química del cuerpo.
En un humano moderadamente activo de 70 kg entre 2100 y 2800 cc de linfa entran en el torrente sanguíneo cada día en la vena subclavia. Mediante el ciclo de Krebs las células producen aproximadamente 95 cc de líquido intersticial diariamente. En una persona activa vigorosamente o haciendo un ejercicio mínimamente enérgico como el Qigong o el Yoga se pueden producir hasta 1.400cc de líquido intersticial que circularán posteriormente a través de la vena subclavia.
Así la práctica del Qigong y el Yoga no solo puede contrarrestar un proceso oxidativo en base a la energética química del cuerpo humano, sino también se puede aumentar la cantidad de linfa, lo que se puede utilizar como materia de transporte líquido para la mayoría de productos de desecho, tanto endógenos como exógenos. En este contexto estas células metabolizantes contribuyen continuadamente con H2O puro hacia el espacio intersticial.
Este agua se convierte en vehículo transportador para metabolitos hacia los vasos linfáticos. Desde el espacio de los tejidos es impulsada como linfa hacia los nódulos linfáticos y finalmente a través de la sangre hacia el órgano de eliminación. Incrementar el movimiento del cuerpo y activar la respiración acelera la absorción de O2, lo que genera más H2O y aumenta el volumen de fluido linfático que a su vez ayuda a eliminar los metabolitos y factores patógenos.
El sistema cardiovascular tiene la potencia del corazón para impulsar su fluido. La linfa, aunque tenga casi la misma magnitud física, no tiene ningún motor impulsor. La propulsión de la linfa se obtiene por varios mecanismos. El movimiento de la linfa en contra de la gravedad se lleva a cabo con la ayuda de los vasos linfáticos que están equipados de válvulas unidireccionales. Se ha conocido que la linfa se bombea en dirección ascendente habilitando las válvulas para prevenir que fluyan hacia abajo por la gravedad.
Estos mecanismos todavía no están investigados en su totalidad. No se sabe a ciencia cierta los factores que estimulan los mecanismos contráctiles, lo que regula la concentración de la proteína linfática, que efectos tiene el paso por los nódulos linfáticos sobre la proliferación de la células inmunes y cual es el rol nutritivo de la linfa.
Pero un concepto que se sabe con bastante seguridad es que la actividad del aparato respiratorio tiene un efecto significativo sobre la propulsión linfática: 1) la producción de agua y 2) el bombeo mecánico del aparato respiratorio.
Hay una cantidad de mecanismos propulsivos añadidos que se inician con el movimiento del cuerpo. Estas incluyen:
a) la producción aeróbica
b) la contracción muscular lisa intrínseca
c) el movimiento de la musculatura esquelética estriada
d) la gravedad
e) el desplazamiento mecánico de las presiones graduales de las cavidades del cuerpo
La producción de la linfa contribuye a la propulsión linfática mediante la producción de agua como un producto secundario del metabolismo de oxígeno. La capacidad de espacio para contener este líquido está naturalmente limitado. Cuando llega a su límite de capacidad, la presencia de linfa adicional empuja el exceso a través de la suave musculatura de los vasos linfáticos.
En el Qigong y el Yoga este mecanismo se provoca mediante una coordinación entre respiración y suave movimiento lo que aumenta la demanda de oxígeno en las células. Como respuesta hay un aumento de la disponibilidad de oxígeno lo que impulsa la producción de energía química y consumo. El agua resultante aumenta el volumen de líquido en los tejidos y lleva el sobrante a los vasos para transformarse en linfa.
Es de mencionar que en la teoría de la Medicina Tradicional China se habla de los “pulmones que regulan los pasajes del agua”. En occidente esto parece una teoría infundada y inusual. Pero aquí se puede ver que los pulmones y la respiración ambos producen y hacen circular el agua en el cuerpo.
La respuesta automática de los tejidos de la musculatura lisa es de contraer cuando están llenos y estirados hasta su máximo. Esto mueve la linfa a través de los vasos con la ayuda de las válvulas unidireccionales casi de la misma manera que el corazón mueve la sangre.
En el Qigong y el Yoga estos mecanismos están impulsados por la contribución de la respiración a aumentar el volumen linfático así como la elevación de la presión intersticial causada por las posturas y los movimientos de las extremidades. Adicionalmente el mecanismo puede acelerar o aumentar al cambiar a una funcionalidad autónoma en el estado de relajación, que es un distintivo del Qigong el Yoga.
Incluso el más mínimo movimiento de la musculatura esqueletica en un individuo sedentario propicia el movimiento de la linfa a través de los vasos. En una persona activa el bombeo linfatico de la musculatura estriada se multiplica con creces. El efecto de la contracción de la musculatura sobre la linfa es una de las explicaciones clásicas para el movimiento de la misma. En el Qigong y el Yoga este mecanismo es impulsado por ambas acciones mecanicas de la musculatura del aparato respiratorio y la acción del esqueleto mediante la relajación y la contracción de la musculatura estriada en los movimientos.
Como la gravedad ejerce una fuerza tan sustancial y como la linfa tiene que subir tan lejos hasta el conducto torácico de la vena subclavia cualquier inversión de las extremidades o incluso la posición en prono ayuda a la circulación linfática a liberarse de la fuerza gravitatoria. La elevación de las extremidades inferiores muchas veces es prescrita para problemas de salud caracterizados por un acumulo de líquido intersticial.
En el Qigong y el Yoga miles de posturas diferentes y formas incluyendo el tumbarse en prono sin movimiento, crean esta mecánica dinámica donde la linfa es impulsada hacia nuestro centro por la gravedad. En ejercicios que implican andar en los movimientos de Qigong el practicante mueve lento pero constante todas las extremidades en círculos bellos que activan este mecanismos recurrentemente. En muchas posturas de Yoga se invierten las extremidades superiores e inferiores, incluso en el pino sobre la cabeza o los hombros se invierte el cuerpo entero.
El mecanismo más potente de todos ellos es el aparato respiratorio. La concentración de tejido linfático justo por encima y por debajo del diafragma es muchas veces más densa y c ontiene mayor volumen de líquido que en otros tejidos de la periferia o incluso de las acumulaciones linfáticas en la axila o ingle. Linfa que ha sido transportada a través de todo el cuerpo se acumula centralmente y es luego propulsado por la respiración y el diafragma en un empuje final a través del conducto linfático torácico hasta la vena subclavia hacia la sangre donde deja atrás su identidad como linfa y se transforma en suero.
Cuando hacemos una respiración profunda el diafragma empuja hacia abajo y se genera una presión negativa significante en la cavidad torácica. Mientras el aire entra esta presión negativa hace que los pulmones se expandan. Esto comprime el conducto torácico. Dado a la naturaleza de unilateralidad de las válvulas linfáticas, la linfa es forzado hacia la vena subclavia.
Al mismo tiempo cuando el diafragma baja hacia abajo en una inhalación profunda, comprime los órganos abdominales y pélvicos incluyendo una cápsula recolectora llamada “cisterna chyli” que vacía su contenido con fluido nutricional del intestino delgado al sistema circulatorio. Por el mismo mecanismo el contenido de los reservorios y vasos linfoideos son forzados hacia el conducto torácico.
La composición del líquido linfático incluye un número de agentes activos tales como los linfocitos y los macrófagos.
Los linfocitos que salen con el líquido linfático desde los nódulos les llegan de tres fuentes: 1) entrada con linfa desde el tejido de los vasos periféricos, 2) intercambio con la sangre que entra en el sistema vascular propio de los nódulos linfáticos y 3) formados por proliferación local en el mismo nódulo. Los linfocitos se recogen naturalmente en el nódulo, especialmente cuando el flujo es algo vago. Entre mayor sea el flujo desde el nódulo, mayor será el volumen.
Adicionalmente se ha descubierto que los linfocitos tienen receptores neurotransmisores que interactúan con los neurotransmisores. Esto demuestra un enlace importante entre la neuro-química y la inmunología a través del medio del sistema linfático.
El líquido cefalorraquídeo clásicamente se ha descrito como un sistema cerrado. Descubrimientos en los años 1970 han descubierto que realmente fluye a través de los nervios craneales y espinales y hacia el sistema linfático periférico.
Últimas investigaciones sugieren varias posibles vías para el paso tanto del líquido cefalorraquídeo como del líquido intersticial cerebral para salir del espacio aracnoideo.
La presencia del líquido cefalorraquídeo en el sistema linfático y la presencia de receptores neurotransmisores en las células inmunes sugieren una asociación poderosa entre los neurotransmisores y la función inmune en el sistema donde se forman los anticuerpos (retículoendotelial). Mientras el efecto del Qigong y del Yoga sobre estos mecanismos no está claramente definido, es probable que ocurra a través de la propulsión linfática, tal como se ha descrito anteriormente.
La importancia de la amplia disponibilidad de factores nutritivos hacia los tejidos es completamente aceptada. El efecto del aparato respiratorio a través del diafragma durante una inspiración profunda, sobre la cyterna chili y el intestino delgado pueden aumentar la efectividad de la absorción de nutrientes. Esto puede ser un mecanismo importante en la absorción del potencial farmacológico de las fórmulas herbales usadas comúnmente en los sistemas médicos tradicionales tanto chinos como indios.
Además, proteínas extracelulares participan en el fluido linfático y el plasma proteico de la sangre. Ellas contienen aminoácidos constituyentes que pueden ser utilizadas por los tejidos. Estas pueden transformarse en proteínas conjugadas que pueden transportar minerales esenciales, grasas, carbohidratos y encimas hacia sus respectivos destinos. La aclaración y entendimiento de la función trófica de la linfa implica un simple pero profundo efecto del volumen linfático aumentado y flujo aumentado mediante el Qigong y el Yoga.
Fuente: Beneficial Effects of Qigong – Roger Jahnke O.M.D
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