Contenido
¿Alguna vez en la playa has visto a una persona con unos círculos morados en la espalda? Y te has pensado, ¿que se habrá hecho esa persona? ¿Se habrá peleado con un calamar gigante o con un aspirador? La probabilidad que se ha sometido a un tratamiento de Medicina Tradicional China es alta. Se suele llamar masaje con ventosas o si eres más yankee: cupping.
Y seguramente que en las últimas olimpiadas habrás visto varios nadadores con las mismas marcas. Porque es una técnica muy utilizada en deportes de alta competición.
No solo los chinos hace siglos que aplican las ventosas, sino que ya se utilizaban también en la antigua Grecia, Roma e incluso los egipcios. En su versión original se utilizaban vasos de bambú o cuernos de animal para crear la succión y ponerlo en diferentes regiones del cuerpo, que normalmente están relacionadas con puntos energéticos o puntos de acupuntura. Hoy día se utilizan más bien de cristal, silicona o plástico para soltar tejido muscular contracturado y tejido adherido. Pero también para aumentar el flujo sanguíneo a un área para que esta se cure antes.
Se crea una succión entre la ventosa y el cuerpo, que hace tirar de la piel, las fascias y los músculos superficiales para relajar el tejido rígido y adherencias que se han formado por una lesión o sobre entrenamiento. No te lo creerás, pero las ventosas liberan esas adherencias en una manera que la sensación es hasta agradable. Si, te lo puedes creer: aunque no lo parezca, ¡es agradable!
La succión abre los poros que permiten mejorar el flujo sanguíneo para mejorar la regeneración, que también se describe como un masaje de tejidos profundos a la inversa. El cuerpo a veces necesita descompresión en vez de compresión, tirar en vez de empujar. Para la mayoría de gente es un tratamiento muy relajante y liberador y muchos atletas tanto a nivel olímpico como a nivel particular. Tanto nadadores, como surferos, como personas que practican musculación, futbol, basquet, cualquier deporte que puedas practicar se pueden beneficiar de esta técnica. Pero también personas que no practican deporte, ya que la Medicina Tradicional China es para todo el mundo.
Las ventosas relajan los músculos contracturados y rígidos deshaciendo adherencias y nudos que te pueden estar restando fuerza y amplitud de movimiento. Sobre todo en áreas de la espalda, cuello y hombros, pero también caderas, muslos y otras partes del cuerpo.
Las ventosas ayudan a llevar sangre nueva y por lo tanto nutrición a áreas que necesitan regenerarse.
Prueba una sesión de ventosas para un resfriado que se acerca o cuando tienes tos. Las ventosas estimulan el sistema linfático creando una vía para que las toxinas puedan ser eliminadas del cuerpo. Se puede utilizar como preventivo o cuando ya se ha pillado un buen resfriado.
Una sesión de ventosas descarga muchas tensiones y por supuesto reduce considerablemente el estrés.
Dependiendo del tipo de ventosas que se utilizan, tanto si es de cristal, de plástico o de silicona, la succión se puede producir mediante un bombeo sacando el aire de la ventosa o quemando el oxígeno dentro de la ventosa con una flama y aplicando ese vacío rápidamente a la piel. Este último procedimiento se llama ventosas de fuego. La succión hace que la piel se levante ligeramente y mueve la circulación en ese área. Hay varios métodos diferentes de aplicar las ventosas. Una manera es de aplicar la ventosa de manera estática, sin movimiento y la otra es deslizar la ventosa sobre el área a tratar. Se aplica aceite de masaje para que la ventosa se pueda mover y masajear los músculos.
Pero para volver a las marcas redondas que mencionamos al principio. Las marcas que se producen precisamente por la activación de la circulación sanguínea y no producen dolor. Muchas personas definen el tratamiento con ventosas como algo agradable.
