La alteración del sueño está plagada de distracción, irritabilidad y productividad reducida. Y el insomnio crónico puede provocar problemas más graves, como la apnea del sueño. Prueba estos sencillos consejos y dormirás como un bebé.
Una persona pasa un tercio de su vida durmiendo. Y esto es bueno Después de todo, el sueño es un proceso fisiológico natural necesario para el funcionamiento normal del cuerpo. En sueño recuperamos fuerzas, “digerimos” la información acumulada durante el día y combatimos enfermedades.
1. Cíñete a los biorritmos
Los especialistas en sueño creen que la mayoría de nosotros necesitamos de 7 a 8 horas al día para dormir bien. Hay muy pocas personas afortunadas que pueden dormir 6 horas o menos. Además, con la misma cantidad de tiempo asignado para dormir, si te acuestas más temprano y te levantas más temprano, dormirás mejor y dormirás lo suficiente en comparación con las personas que se acuestan tarde y se despiertan tarde. Es extremadamente importante adherirse al reloj biológico natural o biorritmo: el sueño más beneficioso es hasta 24 horas, por lo que debe acostarse a más tardar a esta hora. Y, por supuesto, debes intentar hacerlo a la misma hora todos los días.
2. Deshazte de las interferencias
Teniendo en cuenta que por la noche vemos televisión, nos sentamos frente a la computadora, etc., no es sorprendente que el cuerpo no pueda cambiar y relajarse rápidamente. Por lo tanto, una hora antes de acostarse, debe detener todas las actividades activas y descansar tanto el cuerpo como el cerebro. También tenga en cuenta que la iluminación artificial prolonga nuestro día al cambiar nuestro ciclo de sueño, un fenómeno que los científicos han llamado efecto Edison. Incluso un despertador que se enciende por la noche, si se coloca al lado de la cama, puede empeorar la calidad del sueño. Diversos sonidos también interfieren en el descanso nocturno: aunque durmamos, el cerebro reacciona a ellos y no descansa, por lo que quedarse dormido con la tele encendida dista mucho de ser la mejor idea.
3. Evita la hipovitaminosis
Dormir bien depende directamente de la cantidad de vitamina D en nuestro cuerpo: con la falta de ella, no se produce la cantidad adecuada de la hormona del sueño melatonina y no se puede conciliar el sueño, incluso si se está muy cansado. Así que asegúrese de hacer caminatas durante el día para asegurarse de obtener suficiente vitamina D y asegúrese de incluir huevos, queso, mantequilla, esclavos del mar y otras fuentes de vitamina D en su dieta.
4. Coma bien
Para conciliar el sueño más rápido, coma alimentos ligeros con proteínas 2 o 3 horas antes de acostarse. Por ejemplo, puede beber un vaso de leche tibia, yogur bajo en grasa o kéfir. O cocinar una comida ligera.
Los nutricionistas estadounidenses creen que una porción de proteína hará que el cerebro produzca la hormona relajante serotonina, que lo ayudará a conciliar el sueño más rápido. Además, los lácteos también contienen el aminoácido triptófano, a partir del cual también se sintetiza la melatonina, y el calcio, del que son ricos, contribuye a la rápida absorción del triptófano (otras buenas fuentes de este aminoácido son el plátano, las cerezas, las cerezas, carne de pavo, almendras y piñones).