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La adicción a la cirugía plástica es una forma de conducta adictiva caracterizada por el deseo de cambiar la apariencia a través de procedimientos quirúrgicos. El trastorno se desarrolla sobre la base de la inseguridad, la baja autoestima, las ideas distorsionadas sobre la propia apariencia y los ideales de belleza. Los pacientes acuden a cirugía sin defectos reales que deban ser corregidos quirúrgicamente. El diagnóstico de adicción lo realiza un psiquiatra y un psicólogo a través de la conversación. El tratamiento incluye terapia cognitivo-conductual, participación en grupos de apoyo y medicación.
La dependencia de la cirugía plástica no está representada en las clasificaciones oficiales de enfermedades. Los psiquiatras lo distinguen como una forma de adicción basada en la dismorfofobia, una percepción distorsionada y una insatisfacción patológica con la propia apariencia. Según las estadísticas de las clínicas de cirugía estética, el 40% de los pacientes se someten a una operación, el 50-60% se someten de 2 a 4 procedimientos, la gran mayoría son mujeres. La dependencia se evidencia por el número de intervenciones quirúrgicas y su validez – la cirugía plástica está indicada para un defecto congénito o adquirido objetivo que no puede ser corregido por métodos conservadores.
Adicción a la cirugía plástica
La dependencia se forma sobre la base de la insatisfacción con la apariencia. La dismorfofobia puede verse como el resultado de una combinación de rasgos de personalidad, estándares de belleza promovidos, dificultades de comunicación y habilidades de comunicación subdesarrolladas. Las causas más comunes de este trastorno son:
En la patogenia de la adicción se pueden distinguir factores socioculturales, psicológicos y fisiológicos. Las características emocionales y personales se forman desde la niñez, dependen de la crianza, la relación de padres, maestros, compañeros. El deseo de cambiar constantemente su apariencia se basa en un complejo de inferioridad, inseguridad, miedo a la condena, la necesidad de ser el centro de atención, de recibir el reconocimiento de otras personas. A partir de la adolescencia, las ideas socioculturales sobre la belleza, impuestas por los medios de comunicación, se vuelven significativas. Los principales entre ellos son la delgadez, la forma ideal del seno y las nalgas femeninas, la ausencia de signos de vejez. La juventud y la belleza exterior se presentan como condiciones necesarias para una vida feliz.
La dependencia fisiológica se produce después de varios procedimientos. La operación supone un fuerte estrés, activando el aumento de la producción de catecolaminas, en particular de adrenalina. En la fase de resistencia, los pacientes sienten una oleada de fuerza, mayor rendimiento, resistencia. Después de un tiempo, el cuerpo se recupera, el sistema simpático suprarrenal comienza a funcionar como de costumbre. Para devolver el estado de «aumento», los pacientes recurren a operaciones repetidas.
El comportamiento adictivo se desarrolla en etapas. Primero, se forma una idea sobre la posibilidad de corregir quirúrgicamente un defecto externo. A menudo es real: una ligera asimetría de la nariz, glándulas mamarias, aurículas, cambios en los párpados relacionados con la edad, contornos faciales. Después de la primera operación, los pacientes notan una mejora en la calidad de vida asociada con un aumento de la autoestima, el establecimiento de relaciones sociales. Desde hace algún tiempo están operando mecanismos fisiológicos y psicológicos de adaptación a una apariencia renovada y mejorada. Los pacientes experimentan alegría, están satisfechos consigo mismos, son más abiertos en la comunicación, logran objetivos profesionales y personales.
Después de esta etapa, se produce una «recesión»: acostumbrarse a un cambio de apariencia, una disminución de la energía. El estado de ánimo y el rendimiento empeoran, aparecen problemas en las relaciones. Como opción para resolver una situación difícil, surge la idea de una imperfección externa que requiere intervención quirúrgica, la idea es el resultado de una experiencia previa. El ciclo de subida y bajada de energía se repite. Llega una etapa de «ritmo adictivo», cuando una persona recurre periódicamente a operaciones para solucionar problemas psicológicos. Cuantos más procedimientos, más defectos externos imaginarios se vuelven. En la etapa final, se forma un comportamiento adictivo: la cirugía plástica se convierte en la única forma de responder a cualquier dificultad de la vida. Es característica la negación de la dependencia por parte de los propios pacientes, a pesar de la preocupación y comentarios de familiares y amigos.
En las últimas etapas de la adicción al plástico, se manifiesta una percepción distorsionada del propio cuerpo: una persona no percibe los comentarios críticos de los demás, ignora las recomendaciones de los cirujanos para detener las intervenciones y es irresponsable con la información sobre un alto riesgo de complicaciones. La adicción comienza a prevalecer sobre otras áreas de la vida, las operaciones ya no brindan satisfacción emocional. Los procedimientos quirúrgicos frecuentes conducen a la interrupción de los órganos internos: el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones. La probabilidad de muerte aumenta.
La dependencia de las operaciones estéticas es detectada por los familiares cercanos del paciente y los cirujanos plásticos. La autorremisión a un psiquiatra es rara, principalmente debido a los problemas emocionales que lo acompañan: insatisfacción con la apariencia, depresión, apatía. El diagnóstico se realiza en forma de conversación. El médico recopila un historial familiar detallado, información sobre la vida y las actividades profesionales del paciente, revela sus características personales, descubre los motivos para realizar operaciones. Durante la conversación, se presta especial atención a la autoestima, la correspondencia de la apariencia del paciente con sus ideas. El número de operaciones, se tiene en cuenta su justificación. Entonces, 3 o más procedimientos seguidos son apropiados para pacientes con defectos congénitos en la estructura del cuerpo, que han sufrido múltiples lesiones y que han recibido quemaduras.
La terapia tiene como objetivo eliminar las causas del comportamiento adictivo: corregir la autoestima, aumentar la confianza en sí mismo, cambiar el valor de la belleza externa, reducir la ansiedad y la depresión, buscar formas productivas de relajación, autorrealización. El tratamiento lo lleva a cabo un psicoterapeuta y un psiquiatra. Un enfoque integrado incluye los siguientes métodos:
Deshacerse de la adicción a la cirugía plástica solo es posible si el paciente lo desea. Con la compleja ayuda de un psicoterapeuta, psiquiatra y seres queridos, el pronóstico es favorable. La prevención debe comenzar desde la infancia. En el proceso de educación, es importante enfatizar el valor de la personalidad del niño: las fuertes cualidades de carácter, habilidades, conocimientos y habilidades, y no sus datos externos. Es necesario demostrar una actitud tolerante a los cambios asociados con el envejecimiento ya las peculiaridades de la apariencia de las personas (llenura, cicatrices, asimetría, joroba, orejas protuberantes).
Información general | La dependencia de la cirugía plástica no está representada en las clasificaciones oficiales de enfermedades. |
Las razones | La dependencia se forma sobre la base de la insatisfacción con la apariencia. |
Patogénesis | En la patogenia de la adicción se pueden distinguir factores socioculturales, psicológicos y fisiológicos. |
Síntomas | El comportamiento adictivo se desarrolla en etapas. |
Complicaciones | En las últimas etapas de la adicción al plástico, se manifiesta una percepción distorsionada del propio cuerpo: una persona no percibe los comentarios críticos de los demás, ignora las recomendaciones de los cirujanos para detener las intervenciones y es irresponsable con la información sobre un alto riesgo de complicaciones. |
Diagnóstico | La dependencia de las operaciones estéticas es detectada por los familiares cercanos del paciente y los cirujanos plásticos. |
Tratamiento para la adicción a la cirugía plástica | La terapia tiene como objetivo eliminar las causas del comportamiento adictivo: corregir la autoestima, aumentar la confianza en sí mismo, cambiar el valor de la belleza externa, reducir la ansiedad y la depresión, buscar formas productivas de relajación, autorrealización. |
Pronóstico y prevención | Deshacerse de la adicción a la cirugía plástica solo es posible si el paciente lo desea. |
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