Bursitis de la articulación de la rodilla: síntomas, causas, tratamiento.

Las amas de casa permanecen de rodillas durante mucho tiempo en el proceso de limpieza; y los mineros, carroceros y cargadores son personas de duro trabajo físico. Tal estilo de vida está plagado del desarrollo de una enfermedad ocupacional: la bursitis de la articulación de la rodilla.

 

 

Características de la enfermedad.

La bursitis es una enfermedad inflamatoria de las bolsas periarticulares – burs. Están representados por cápsulas con paredes elásticas y contenido viscoso: líquido sinovial. Bolsas similares se ubican alrededor de las articulaciones (entre los marcos del músculo y el tendón), mientras que son una especie de “amortiguadores” que suavizan la presión sobre la articulación.

En promedio, hay alrededor de cien bursas en el cuerpo. Entonces, alrededor de la articulación de la rodilla, se distinguen tres bolsas grandes: arriba, delante y poplítea, ubicadas arriba, delante y debajo de la rótula, respectivamente. El quiste de Becker, que se presenta en la parte posterior de la articulación de la rodilla, también se considera un cierto tipo de bursitis.

 

¿Por qué se produce la bursitis de rodilla?

Con un impacto constante en la articulación (permanencia prolongada sobre las rodillas) o un trabajo físico pesado, aumenta la presión dentro de la bursa. Es este factor el que conduce a la hiperfunción de células especiales que producen líquido sinovial en la bolsa. Como resultado, el contenido de la bursa aumenta significativamente, las membranas de la bolsa se estiran y se inflaman, lo que conduce a la bursitis de la articulación de la rodilla. Pueden verse afectadas una o varias bolsas periarticulares.

 

Esto es facilitado por:

  • cargas excesivas (gran peso corporal, profesiones específicas: amas de casa, mineros, atletas, etc.);
  • enfermedades crónicas del sistema musculoesquelético (artrosis, reumatismo, gota);
  • patologías ortopédicas que provocan una distribución desigual del peso sobre la articulación (pie zambo, pie plano, deformidades del pie);
  • lesiones traumáticas de la rodilla (contusiones, esguinces de músculos y tendones);
  • trastornos metabólicos o estados de intoxicación (alimentos, sustancias industriales o etanol);
  • enfermedades autoinmunes, alérgicas u hormonales (por ejemplo, tirotoxicosis: aumento de la secreción de hormonas tiroideas o diabetes mellitus);
  • daño infeccioso debido a lesiones o la propagación de bacterias desde focos de infección en el propio cuerpo (caries, amigdalitis crónica, etc.);
  • infecciones específicas (gonorrea, sífilis, tuberculosis, brucelosis);
  • lesiones purulentas de la piel (erisipela, carbunculosis) y del aparato locomotor (osteomielitis).

 

 

Síntomas de la enfermedad

Una manifestación característica de la bursitis de la articulación de la rodilla es la aparición de una formación redondeada alrededor de las superficies articulares. La consistencia de la protuberancia es elástica apretada, a menudo se observa un síntoma de fluctuación: la presencia de líquido en la cápsula.

Hay hinchazón en los tejidos circundantes, lo que limita la movilidad. La piel sobre el área de la articulación está hiperémica, roja y caliente. El dolor generalmente se expresa moderadamente, mientras que aumenta con la palpación de la bursa agrandada.

 

El estado general del paciente sufre poco: la temperatura sube ligeramente (hasta números subfebriles), el estado de ánimo y el rendimiento disminuyen, aparecen debilidad y dolores de cabeza. Si la enfermedad fue el resultado de una lesión en la rodilla, entonces el estado de salud del paciente se deteriora considerablemente: la temperatura aumenta a 39-40 0 C, aparece sudoración, somnolencia, aumento de los ganglios linfáticos inguinales.

Si no se sigue el tratamiento necesario, la enfermedad puede volverse crónica. En este caso, la gravedad de los síntomas disminuye y el síndrome de dolor puede desaparecer por completo. Los hilos de fibrina (tejido conectivo) y / o pequeñas formaciones densas generalmente aparecen en la cavidad de la bursa, las llamadas. “granos de arroz”.

El curso del quiste de Becker es extremadamente similar a la bursitis típica de la articulación de la rodilla, sin embargo, aparece una bursa en la parte posterior de la articulación, debajo de la rodilla. Con un tamaño suficiente de la neoplasia, la bolsa puede comprimir el haz neurovascular, lo que lleva al desarrollo de dolor, hinchazón de la parte inferior de la pierna, alteraciones sensoriales en el área del pie e inmovilidad en la articulación. El peligro de esta patología es la posible compresión de las venas, trombosis, separación de masas trombóticas y posterior trombosis de las venas pulmonares con posible desenlace fatal.

 

¿Cómo diagnosticar una enfermedad?

El diagnóstico generalmente se basa en el examen y la palpación del área afectada. Para aclarar la enfermedad, se puede realizar un examen de rayos X, un diagnóstico por ultrasonido o una tomografía.

En algunos casos, puede ser necesaria una punción (punción) de la bursa con una colección de contenido. El líquido de la bolsa está sujeto a examen de la flora y la sensibilidad de este último a los agentes antibacterianos.

 

rodilla con bursitis parece una foto

 

Terapia de la enfermedad

La primera etapa del tratamiento es la inmovilización de la extremidad en la articulación afectada. Para hacer esto, se aplica un vendaje a la articulación con un vendaje elástico o una férula de yeso. Es posible utilizar una órtesis u otros medios.

¡Ten cuidado! Los primeros auxilios para la aparición de bursitis de la articulación de la rodilla es la imposición de un vendaje inmovilizador y frío en el sitio de la lesión.

 

 

Tratamiento conservador

Si se demuestra la naturaleza bacteriana de la bursitis de rodilla, el tratamiento farmacológico comienza con el uso de antibióticos de amplio espectro, pero solo un médico puede prescribirlos: Amoxicilina, Ceftriaxona, Eritromicina. Si se realizó una punción articular con la determinación de la sensibilidad a los antibióticos, el medicamento se reemplaza por el necesario o se deja sin cambios.

Para la bursitis no infecciosa, “limpia”, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos se usan en tabletas (ibuprofeno, paracetamol), ungüentos (diclofenaco naproxeno) o soluciones para inyecciones intramusculares (Ortofen). Con el síndrome de dolor severo, se prescriben anestésicos (Analgin, Ketorolac).

Si el paciente tiene contraindicaciones para el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, se prescribe terapia hormonal con glucocorticoides (Metipred, Florinef, Decadron). También se recurre a dicho medicamento si el tratamiento anterior no fue efectivo. Pero vale la pena señalar que el uso prolongado de corticosteroides conduce a la destrucción del cartílago articular.

El dolor intenso puede provocar un espasmo muscular reflejo, que requerirá relajantes musculares (Sirdalud, Mydocalm). Además, para eliminar la intoxicación (con la aparición de mareos, náuseas, vómitos, debilidad), se usan medicamentos de desintoxicación: tiosulfato de sodio, Polysorb. Al mismo tiempo, es eficaz una ingesta abundante de agua (hasta 3 litros por día en ausencia de patologías renales).

Si la bursitis ocurre en el contexto de otras enfermedades o se requiere un aumento general de la resistencia del cuerpo, se pueden recetar estimulantes de la inmunidad: Galavit, Immunal.

Un curso de procedimientos de fisioterapia (7-10 sesiones) puede acelerar la recuperación. Por lo general, en el período agudo, la exposición al frío es necesaria, pero durante la rehabilitación, el calentamiento es efectivo: terapia magnética y láser, exposición a un campo magnético de alta frecuencia, aplicaciones de parafina y fangoterapia. Dichos procedimientos tienen como objetivo mejorar el flujo sanguíneo en el área afectada, así como acelerar la recuperación de los tejidos destruidos.

 

Intervención quirúrgica

Durante un proceso agudo (cuando los métodos conservadores de terapia no tienen éxito), es posible una punción de la bursa y la extracción de su contenido, seguido de un lavado con antibióticos. En casos raros, su “incisión” es necesaria con la instalación de un tubo de drenaje.

Si la bursitis de la articulación de la rodilla no se ha tratado previamente y la enfermedad se ha vuelto crónica, puede ser necesario extirpar quirúrgicamente el saco periarticular – bursectomía. La operación se realiza bajo anestesia local: al paciente se le corta el campo quirúrgico con anestesia, se extrae el contenido de la bursa y su cápsula. Se instala un sistema de drenaje en la herida. En el postoperatorio son necesarias sesiones de fisioterapia y ejercicios de fisioterapia.

 

Prevención

  • prevención de cargas excesivas en la rodilla: pérdida de peso, normalización del trabajo físico en amas de casa, mineros, saltadores, etc.;
  • control de enfermedades del sistema musculoesquelético (artrosis, reumatismo, gota);
  • corrección de patologías ortopédicas que conducen a una distribución inadecuada de la carga sobre la articulación (pie zambo, pie plano, deformidades del pie);
  • tratamiento oportuno de lesiones (contusiones, esguinces de músculos y tendones);
  • diagnóstico y corrección de trastornos metabólicos e intoxicaciones (alimentarias, industriales y alcohólicas);
  • terapia de condiciones alérgicas, tratamiento adecuado de la patología hormonal de la tiroides y el páncreas (con tirotoxicosis, diabetes mellitus);
  • desinfección de todas las heridas con antisépticos, así como tratamiento de focos de infecciones crónicas (amigdalitis, caries);
  • terapia oportuna de lesiones cutáneas purulentas (erisipela, furunculosis y carbunculosis), así como del sistema musculoesquelético (osteomielitis);
  • prevención de la infección con infecciones específicas (tuberculosis, sífilis, gonorrea): un estilo de vida saludable, el uso de un condón durante las relaciones sexuales, así como consultas periódicas con un venereólogo y un médico fisiatra.

 

Recuerde, el peligro de la bursitis de rodilla radica en las posibles complicaciones: formación de cicatrices, calcificación, inmovilización, así como la propagación de la infección por todo el cuerpo (sepsis) con un posible desenlace fatal.

Si nota síntomas de la enfermedad, ¡asegúrese de consultar a un médico!

Breve resumen

Características de la enfermedad. La bursitis es una enfermedad inflamatoria de las bolsas periarticulares – bursa.
¿Por qué se produce la bursitis de rodilla? Con un impacto constante en la articulación (permanencia prolongada sobre las rodillas) o un trabajo físico pesado, aumenta la presión dentro de la bursa.
Síntomas de la enfermedad Una manifestación característica de la bursitis de la articulación de la rodilla es la aparición de una formación redondeada alrededor de las superficies articulares.
¿Cómo diagnosticar una enfermedad? El diagnóstico generalmente se basa en el examen y la palpación del área afectada.
Terapia de la enfermedad La primera etapa del tratamiento es la inmovilización de la extremidad en la articulación afectada.
Prevención prevención de cargas excesivas en la rodilla: pérdida de peso, normalización del trabajo físico en amas de casa, mineros, saltadores, etc.