Artritis reumatoide juvenil: síntomas comunes y tratamiento

La patología de las articulaciones limita significativamente la movilidad y conduce a daños irreversibles en las articulaciones. Una de las enfermedades infantiles más comunes que provoca daños en el sistema musculoesquelético es la artritis reumatoide.

La artritis reumatoide juvenil ocurre con la destrucción de las estructuras del cartílago en el contexto de cambios inflamatorios. Se presenta en menores de 16 años, puede estar acompañada de daño en órganos internos y diversas manifestaciones clínicas. La enfermedad conduce a un debilitamiento del cuerpo, una disminución de las funciones inmunes y dolor.

 

¿Cómo es la artritis juvenil?

 

Más sobre la enfermedad

La patología afecta el tejido conectivo, que está presente en casi todos los órganos y sistemas del cuerpo. Es más común en las estructuras del sistema musculoesquelético, las válvulas cardíacas y los riñones. Por tanto, las articulaciones, el corazón y los riñones son órganos diana en esta enfermedad.

La artritis reumatoide juvenil aparece durante la adolescencia y es la enfermedad reumatológica infantil más frecuente. Las estadísticas mundiales muestran que 0.05-0.6% de los niños lo tienen. Las pacientes femeninas están enfermas con mayor frecuencia, la incidencia máxima ocurre a la edad de 10 a 14 años.

Una característica de la artritis reumatoide juvenil es que conduce tempranamente a la discapacidad y la pérdida de la actividad motora.

¿Cómo se desarrolla esta enfermedad? Todo comienza con el caparazón de la articulación, también llamado sinovial. Su suministro de sangre se reduce y la estructura se daña. El cuerpo responde produciendo anticuerpos. Además, se desarrolla un mecanismo autoinmune: el propio sistema inmunitario reconoce estos anticuerpos como sustancias extrañas y responde con la producción de autoanticuerpos.

Como resultado, se forman complejos inmunes que tienen un efecto devastador en las áreas de la articulación. Se desencadena la síntesis de sustancias biológicas inflamatorias y se produce una reacción inflamatoria.

Su presencia constante en el cuerpo destruye cartílagos y huesos, conduce a un rango de movimiento limitado y afecta negativamente las estructuras de tejido conectivo de los órganos internos.

 

 

¿Por qué se produce la artritis reumatoide juvenil?

Se desconocen las causas exactas de la patología, ya que se pueden rastrear diferentes patrones anamnésicos en diferentes pacientes. Años de investigación sobre la artritis reumatoide juvenil les han dado a los médicos el conocimiento de que los principales factores en el inicio de la enfermedad son la predisposición hereditaria, los agentes infecciosos y un mecanismo autoinmune.

 

El factor desencadenante que conduce a la enfermedad juvenil puede ser:

  • la presencia de patógenos virales o bacterianos en el cuerpo;
  • lesión articular;
  • hipotermia regular;
  • exposición prolongada a la radiación solar.

 

Para la aparición de la enfermedad es necesaria la acción de uno o más factores en combinación con una predisposición genética. Esto explica el hecho de que algunos niños toleran fácilmente las infecciones y la hipotermia, mientras que otros reaccionan con la aparición de la artritis.

 

Clasificación de enfermedades

La artritis reumatoide juvenil se clasifica de la siguiente manera:

  • forma sistémica;
  • poliarticular;
  • oligoarticular.

 

La forma sistémica consiste en la siguiente combinación: daño articular e inflamación en los tejidos de los órganos internos, fiebre y erupciones en la piel.

Forma poliarticular: la forma articular de la enfermedad, en la que se ven afectados diferentes grupos de compuestos.

Oligoarticular: daño a varias articulaciones.

La siguiente clasificación prevé la presencia de factor reumatoide. La enfermedad puede ser seropositiva o seronegativa, dependiendo de su presencia.

 

Existe una clasificación clínica que cumple con los siguientes parámetros:

  • forma conjunta. Puede ser con o sin uveítis. Criterio: afectación en el proceso de 5 articulaciones o más (poliartritis) o de 1-4 articulaciones (oligoartritis);
  • forma articular-visceral;
  • forma con lesiones individuales del sistema respiratorio. digestión (participación en el proceso inflamatorio de la pared vascular, pulmones, corazón o una combinación de estas formas).

 

La enfermedad se clasifica según la naturaleza del curso: puede ser lenta, moderada o rápidamente progresiva.

Asegúrese de indicar la actividad del curso de la enfermedad al hacer un diagnóstico. Puede ser alto, moderado o bajo. También hay un período de remisión.

 

La manifestación de la fotografía de rayos X de la enfermedad.

 

¿Qué es la artritis juvenil?

El principal signo clínico de la enfermedad es la rigidez de las articulaciones, la hinchazón de los tejidos por encima de ellas, el dolor y el enrojecimiento de la piel. Para los niños, el daño articular es peligroso porque puede afectar las zonas de crecimiento y alterar el desarrollo físico del niño.

Entre las consecuencias de la enfermedad puede estar la micrognatia, una disminución en el tamaño de la mandíbula, como resultado del daño a la zona de crecimiento. Aquellas artritis que van acompañadas de daño ocular pueden dejar secuelas en forma de iridociclitis, fotofobia persistente y discapacidad visual.

 

Después de tal enfermedad, el riesgo de glaucoma, queratopatía y cicatrices en la retina aumenta significativamente.

Considere el cuadro clínico de diferentes formas clínicas de la enfermedad.

Daño sistémico al cuerpo. Esta forma ocurre en el 20% de todos los casos de la enfermedad. Se caracteriza por un aumento de la temperatura, una erupción en la piel, lesiones de varios órganos y elementos del sistema inmunológico de diferente localización, daño a la pleura y al pericardio.

En ocasiones estas manifestaciones aparecen incluso antes que las lesiones articulares. Durante las primeras semanas, puede haber solo un síntoma: un aumento de la temperatura todos los días al final de la tarde.

La oligoartritis es más común, en el 40% de los casos juveniles. En la mitad de los casos, la iridociclitis ocurre en paralelo. La oligoartritis afecta a aquellos pacientes que tienen una predisposición genética en forma de presencia del alelo HLA-B27. En la edad adulta, este gen provoca el desarrollo de otras enfermedades articulares.

La poliartritis también ocurre en el 40% de los pacientes y puede afectar de 5 a 20 articulaciones de diferentes tamaños que se colocan simétricamente.

Además del daño articular en la artritis reumatoide juvenil, existe patología extraarticular. Incluye un conjunto de cambios. El principal es un aumento de la temperatura corporal. Puede mantenerse durante varias semanas o meses, combinado con otros síntomas o de forma aislada.

Un síntoma común de la artritis es una erupción. Ocurre en el punto álgido del aumento de temperatura, localizándose en el abdomen, glúteos, espalda, tórax y cara. La erupción es pequeña, de color rojo y no se acompaña de dolor o picazón.

El daño al corazón se manifiesta por dolor en el pecho y la pared abdominal superior. El niño se vuelve pálido y, a veces, azulado, siente que le falta el aire y se vuelve menos activo. Hay hinchazón de las extremidades inferiores, palidez de los labios y triángulo nasolabial.

Con la pleuresía, aparece una tos prolongada, que no se acompaña de expectoración de esputo, que se manifiesta por ataques prolongados. Puede haber dolor en el abdomen, ganglios linfáticos agrandados, hígado y bazo. El daño ocular se manifiesta por su enrojecimiento, fotofobia, deterioro de la visión. Con la artritis reumatoide juvenil, se produce un retraso en el crecimiento, los huesos se vuelven quebradizos y aparece dolor en ellos.

El cuadro clínico en la enfermedad de Still tiene sus propias características. La enfermedad comienza de forma aguda. Los primeros síntomas son daño en las articulaciones grandes y pequeñas, fiebre alta y sarpullido de varias formas y tamaños. Una característica de la erupción es que aparece a una temperatura elevada, puede ocurrir después de frotar la piel.

 

Con el síndrome de Still, los ganglios linfáticos se inflaman, se vuelven densos y dolorosos. El niño comienza a perder peso, los órganos internos aumentan, la estructura y la función de los riñones se alteran.

La enfermedad se prolonga durante años, se acompaña de remisiones y exacerbaciones y puede provocar una deformidad permanente de las articulaciones.

Los criterios para el diagnóstico de la artritis reumatoide juvenil se dividen en los siguientes grupos:

  • clínico: artritis, daño simétrico a la estructura de las articulaciones, aparición de contracturas, inflamación de las estructuras periarticulares, rigidez de los movimientos por la mañana, atrofia del tejido muscular, daño ocular, nódulos reumatoides en la piel.
  • criterios radiológicos: reestructuración del tejido óseo, osteoporosis, estrechamiento del espacio entre las articulaciones, violación de las zonas de crecimiento, participación de las vértebras cervicales en el proceso.
  • datos de laboratorio: la presencia de factor reumatoide, signos de inflamación en la sangre, cambios inflamatorios en los datos de biopsia de una parte de la articulación.

 

Para aclarar el diagnóstico, el médico utiliza un análisis de sangre, una radiografía de las articulaciones en varias proyecciones, pruebas inmunológicas y una ecografía.

Tratamiento de la artritis reumatoide juvenil

Cuando aparecen los síntomas de la enfermedad, no siempre se inicia el tratamiento correcto. A veces los pacientes pierden tiempo debido a que las manifestaciones de la enfermedad se consideran erróneamente como un cuadro clínico de otra enfermedad. Debe estar atento a cualquier cambio en el cuerpo del niño y consultar a un médico a tiempo. Él diagnosticará y prescribirá el tratamiento adecuado. Esto ayudará a evitar complicaciones y la progresión de la patología.

 

La parte principal del tratamiento es la medicación. Es necesario cumplir estrictamente con las dosis y no cambiarlas, porque muchas drogas pueden ser tóxicas si aumenta su concentración en la sangre. No se pueden dar al niño aquellos medicamentos que tratan la enfermedad en adultos por el mismo motivo.

 

Los siguientes medicamentos se usan para la artritis juvenil:

  • Drogas no esteroides

Su tarea principal es reducir el proceso inflamatorio. Este es tanto un método sintomático como un impacto en la patogénesis. La eliminación de la inflamación ayuda a mejorar el metabolismo en la articulación, estimula su suministro de sangre y restaura el metabolismo. Para ello se utilizan ibuprofeno, indometacina, meloxicam y naproxeno.

  • Glucocorticoides

El principal fármaco de elección es la metilprednisolona. Esta es una poderosa sustancia antiinflamatoria que afecta no solo las articulaciones, sino también los órganos internos inflamados, estabiliza el cuadro sanguíneo y elimina la fiebre. La acción de la droga es rápida pero no persistente. Se usa en un curso, comenzando con la dosis inicial y continuando con la temperatura de mantenimiento.

  • biológicos

Este es un grupo relativamente nuevo de terapia antirreumática, que es altamente efectivo y puede conducir a la recuperación. Esto lo distingue favorablemente de las sustancias sintomáticas que no afectan el mecanismo de la enfermedad. Se utilizan metotrexato, tocilizumab, acetónido, adalimumab.

Se utilizan si la causa es infecciosa. Para eliminar la flora bacteriana se utilizan meronem, amikacina, ceftriaxona. El tipo de medicamento antibacteriano depende del tipo de patógeno y su actividad.

Los medicamentos se toman bajo la supervisión de personal médico, en condiciones estacionarias. Esto es necesario para responder de manera oportuna a las reacciones adversas a las que el cuerpo de un niño puede responder.

 

Además de tomar medicamentos, las siguientes etapas de tratamiento son importantes:

  • enseñar a los niños los métodos de ejercicios terapéuticos para las articulaciones;
  • técnicas de fisioterapia;
  • masaje articular;
  • natación;
  • ortesis y correctores de articulaciones y columna.

 

Estos métodos se utilizan sin exacerbaciones. El tipo específico de tratamiento lo recomienda el médico tratante, según los resultados del examen. Con lesiones y deformidades persistentes, se requiere intervención quirúrgica en la cantidad de artroplastia.

 

Criterios para la eficacia del tratamiento:

  • bienestar del niño;
  • aumento de la actividad motora;
  • falta de daño a nuevos grupos de articulaciones;
  • normalización de datos de laboratorio e imagen de rayos x.

 

El tratamiento del niño debe ser temprano y profesional. Si ignora los síntomas o pierde el tiempo con pseudotécnicas ineficaces, puede esperar una deformidad permanente, contracturas articulares e incapacidad del paciente.

Métodos de prevención de enfermedades.

Las medidas preventivas son de dos tipos. La prevención primaria consiste en reducir el riesgo de enfermedad. Esta es la prevención de patología infecciosa, vacunación del niño, prevención de hipotermia y lesiones, entrenamiento conjunto y actividad física óptima. De gran importancia en la infancia es un sueño saludable y una nutrición adecuada, la ausencia de estrés y tensión emocional.

La prevención secundaria es necesaria si el niño ya está enfermo. Reduce el riesgo de complicaciones y detiene la progresión de la enfermedad. Incluye diagnósticos de alta calidad, tratamiento oportuno y cumplimiento de las recomendaciones médicas.

En la mayoría de los casos, la recuperación y la condición del niño dependen de cuán concienzudamente los padres traten su tratamiento. Si consulta a un médico a tiempo, seguirá sus recomendaciones: hay más posibilidades de vencer las enfermedades y devolverle al niño un movimiento saludable.

Breve resumen

Más sobre la enfermedad La patología afecta el tejido conectivo, que está presente en casi todos los órganos y sistemas del cuerpo.
¿Por qué se produce la artritis reumatoide juvenil? Se desconocen las causas exactas de la patología, ya que se pueden rastrear diferentes patrones anamnésicos en diferentes pacientes.
Clasificación de enfermedades La artritis reumatoide juvenil se clasifica de la siguiente manera:
¿Qué es la artritis juvenil? El principal signo clínico de la enfermedad es la rigidez de las articulaciones, la hinchazón de los tejidos por encima de ellas, el dolor y el enrojecimiento de la piel.
Tratamiento de la artritis reumatoide juvenil Cuando aparecen los síntomas de la enfermedad, no siempre se inicia el tratamiento correcto.
Métodos de prevención de enfermedades. Las medidas preventivas son de dos tipos.