Bursitis del pie: causas, síntomas, tratamiento, prevención.

La bursitis del pie, este es el nombre de la enfermedad inflamatoria, se manifiesta por la formación de una hinchazón elástica en el área afectada. La patología se acompaña de una reacción de dolor, lo que imposibilita el funcionamiento normal del pie. La enfermedad se desarrolla después de una lesión, sobrecarga excesiva o después de una infección de la articulación. El tratamiento consiste en la terapia con medicamentos en el contexto de crear un modo de descanso para la extremidad enferma.

 

bursitis del pie

 

Descripción de la enfermedad

La extremidad inferior distal (pie) consta de diez articulaciones móviles. Cada articulación está provista de una bursa. La bolsa sinovial (bursa) está revestida desde el interior con una membrana que tiene la capacidad de sintetizar líquido sinovial.

Durante la reacción inflamatoria, se interrumpe el proceso de reabsorción del exceso de exudado, por lo que la bursa se llena de derrame y toma la forma de un huso.

La bursitis del pie puede presentarse como una inflamación única, o como un proceso simultáneo en varias bolsas. En la mayoría de los casos, la patología se forma en las fresas cerca de las articulaciones, que participan más activamente durante el movimiento:

  • Tendón de Aquiles;
  • calcáneo;
  • articulación metatarsofalángica del primer dedo del pie;
  • zona del dedo meñique.

 

Básicamente, la enfermedad se observa en personas mayores, así como en atletas que a menudo sufren del tendón de Aquiles. Cada caso de bursitis del pie se complica por patologías concomitantes: Hallux valgus (curvatura del pulgar con la formación de un “golpe”), fascitis plantar, espolón en el talón.

 

¿Por qué se inflama la bursa?

La bursitis aparece en diferentes circunstancias. Puede ser el roce habitual con zapatos ajustados o la infección de la bursa por vía hematógena.

 

Entre las principales razones se encuentran los siguientes factores:

  1. Microdaño después de una lesión “habitual”;
  2. Carga intensa a largo plazo en el pie distal;
  3. Después de usar tacones altos;
  4. La omisión de los arcos del pie (pies planos);
  5. Proceso inflamatorio en la articulación (artritis);
  6. Deformidades congénitas del pie que provocan una distribución inadecuada de la carga;
  7. Patologías de la columna vertebral: osteocondrosis, cifosis, escoliosis;
  8. agentes infecciosos;
  9. Violación de procesos metabólicos (gota);
  10. Mal funcionamiento del sistema inmunológico (reumatismo);
  11. Enfermedades de las glándulas endocrinas.

 

Cuadro clínico

La bursitis del pie comienza con la aparición de una zona inflamada en el calcáneo o cerca de los dedos. El área afectada se enrojece y se hincha, y debajo del edema se ve un sello doloroso. La piel se enrojece, la función motora se pierde parcialmente. Es difícil para una persona moverse de forma independiente, especialmente si la bursa inflamada se encuentra en la parte plantar del pie.

 

Los zapatos habituales se vuelven apretados debido al edema resultante. En la zona de inflamación aparece el dolor, que se manifiesta por la mañana. La naturaleza del dolor varía según el curso de la enfermedad. En la fase aguda predomina el dolor intenso de carácter pulsátil, que gana fuerza con la presión sobre la zona afectada. Durante la transición a un curso crónico, las sensaciones de dolor se suavizan.

 

Bursitis de Aquiles

Una enfermedad con localización de la reacción inflamatoria en la región del tendón de Aquiles, que se encuentra en la parte posterior del calcáneo, a menudo se diagnostica en personas con aumento de peso corporal o atletas que experimentan sobrecargas colosales. En los pacientes, se observa la formación de hinchazón hiperémica en la parte posterior del pie.

El dolor con la bursitis de Aquiles se siente en el talón y se extiende a lo largo de la superficie posterior de los músculos de la pantorrilla. El pico de dolor se observa después de una larga estancia en posición horizontal (después de dormir), así como al intentar transferir el peso del cuerpo a la parte delantera del pie (para ponerse de puntillas). La reacción de dolor ocurre cuando intenta palpar la bursa inflamada.

 

 

Bursitis de la articulación del dedo gordo

 

Esta variedad siempre aparece en el contexto de la deformidad del hallux valgus del primer dedo del pie. El desarrollo de Hallux valgus está precedido por pie plano transverso, que es una omisión patológica del arco del pie. Como resultado de la “desviación”, el pulgar se desvía hacia afuera y aparece un crecimiento óseo cerca de la articulación metatarsofalángica.

El “bulto” alcanza un gran tamaño y se lesiona constantemente con los zapatos, como resultado de lo cual la bursa se infecta. El área deformada se vuelve roja y se hincha, y se detecta un sello a la palpación. Durante el movimiento, se produce un dolor moderado.

 

Bursitis del quinto dedo

La condición patológica procede por analogía con la bursitis del pie de la articulación del primer dedo del pie. La bolsa sinovial se inflama en la zona del dedo meñique, donde, a consecuencia del pie plano transverso, se forma una ligera protuberancia. Al frotar los zapatos, el costado del dedo meñique está sujeto a una irritación constante, como resultado de lo cual se produce la inflamación de la bursa.

 

El proceso procede en el contexto de un dolor tolerable. La hinchazón significativa no le permite usar su calzado habitual. Con la adición de una infección pustulosa, se observa un deterioro del estado general. La temperatura corporal aumenta, el dolor se intensifica y se vuelve espasmódico. Esta forma requiere tratamiento antibiótico inmediato para prevenir el envenenamiento general de la sangre (sepsis).

 

bursitis del talón

La derrota de la bolsa sinovial, localizada en la parte inferior del talón, es especialmente inconveniente debido a su ubicación. La bursitis del talón es un proceso crónico que puede durar años. La enfermedad a menudo se complica por la inflamación de la fascia plantar (fascitis) y los espolones del talón. Los tejidos inelásticos de la fascia se inflaman durante el esfuerzo físico intenso. Un espolón calcáneo es un crecimiento óseo en el hueso del talón que es claramente visible en una radiografía.

Con la bursitis plantar, se observa dolor “mañanero”, cuando una persona literalmente no puede pisar su pie. Después de un tiempo, el dolor disminuye después de una caminata corta. Por la noche, cuando una persona reduce la carga motora, el dolor vuelve nuevamente. Durante el movimiento, el dolor se manifiesta levemente, aunque a veces es periódico, apareciendo de forma repentina. Una persona no puede pisar una pierna adolorida, como resultado de lo cual aparece un trastorno de la marcha (cojera).

 

bolsas del talón qué es y cómo tratarlas

 

Diagnóstico

El diagnóstico de “bursitis del pie” generalmente se realiza en presencia de signos característicos de esta enfermedad. En la consulta con el médico, se realiza un examen, después de lo cual se prescribe una radiografía, con la ayuda de la cual es posible determinar los procesos de degeneración en los tejidos, las deformidades óseas, incluido el espolón del talón.

Se realiza una resonancia magnética para evaluar los tejidos blandos. Una evaluación del estado del tejido conjuntivo de los tendones y ligamentos le ayudará a elegir el tratamiento adecuado. Si se sospecha un agente infeccioso, se realiza una punción diagnóstica para recoger el derrame, seguida de un análisis bacteriológico.

 

Tratamiento

En las etapas iniciales, la bursitis del pie se trata de forma conservadora. En primer lugar, se proporciona descanso a la extremidad enferma. La descarga se realiza mediante zapatas anchas, a menudo de naturaleza especializada. Las empresas ortopédicas modernas ofrecen zapatos con inserciones elásticas para evitar la compresión de la bursa inflamada.

En presencia de un espolón en el talón, se inserta en el zapato una plantilla con un rebaje en el talón. Este diseño es necesario para que el crecimiento óseo en los talones entre en el orificio y no moleste al paciente. La plantilla debe ser suave y tener una cresta metatarsiana (protuberancia redondeada más cerca de la punta) para sostener el arco transversal del pie.

Se prescribe un tratamiento farmacológico para eliminar la reacción inflamatoria y eliminar el exceso de líquido de los tejidos blandos. En la fase aguda, el médico realiza una terapia antiinflamatoria con AINE (diclofenaco, ibuprofeno, ketoprofeno), que aliviará el dolor y la inflamación. Si el tratamiento general es ineficaz, se realiza una punción con bombeo de exudado y la introducción de un agente glucocorticoide (hidrocortisona).

Si la causa de la enfermedad es un agente infeccioso, se requerirá terapia con antibióticos (ampicilina, azitromicina). Para la acción descongestionante y la anestesia local, se utilizan geles sin efecto de calentamiento: Nise, Dolobene, Bystrumgel.

De los procedimientos locales, la patología se trata con compresas frías. Se aplica hielo en la zona inflamada durante 10 minutos, previamente envuelto en un paño para evitar la hipotermia local. Este procedimiento ayudará a reducir la intensidad de la reacción inflamatoria y reducirá la hinchazón.

En la etapa de remisión, la fisioterapia se lleva a cabo activamente: magnetoterapia, electroforesis, UHF, inductotermia, aplicaciones con parafina u ozocerita. Estos métodos mejorarán la circulación sanguínea en el área afectada y promoverán la regeneración de tejidos.

En casos severos, cuando el tratamiento con los métodos tradicionales no da un resultado positivo, el tratamiento quirúrgico se realiza extirpando el saco sinovial afectado a través de una pequeña incisión.

 

Prevención

Prevenir la bursitis del pie es fácil. Consejos simples para todas las edades. En primer lugar, debe recordarse que los zapatos para el uso diario deben ser de tacón bajo, hechos de materiales naturales, del mismo tamaño y con suficiente espacio en la puntera. En presencia de pies planos, es necesario corregir el pie con la ayuda de plantillas que distribuirán correctamente la carga en todo el pie.

El tratamiento oportuno de enfermedades concomitantes evitará infecciones no deseadas. Si es posible, trate de evitar lesiones y esfuerzos físicos intensos. Para los deportes, debe elegir calzado deportivo de alta calidad, equipado con suelas amortiguadoras.

Busque atención médica si se presenta enrojecimiento, hinchazón o dolor en el pie. La autocuración de la enfermedad es rara, solo con formas leves de inflamación. El tratamiento de formas avanzadas en el futuro puede requerir tratamiento quirúrgico.

 

 

Breve resumen

Descripción de la enfermedad La extremidad inferior distal (pie) consta de diez articulaciones móviles.
¿Por qué se inflama la bursa? La bursitis aparece en diferentes circunstancias.
Cuadro clínico La bursitis del pie comienza con la aparición de una zona inflamada en el calcáneo o cerca de los dedos.
Diagnóstico El diagnóstico de “bursitis del pie” generalmente se realiza en presencia de signos característicos de esta enfermedad.
Tratamiento En las etapas iniciales, la bursitis del pie se trata de forma conservadora.
Prevención Prevenir la bursitis del pie es fácil.