Autoagresión

La autoagresión es una forma de conducta desviada caracterizada por acciones hostiles dirigidas a uno mismo. Ocurre en situaciones donde la agresión se transfiere desde un objeto externo social o físicamente inaccesible. Se manifiesta a nivel mental: autoacusación, autodegradación, pensamientos obsesivos y a nivel de acciones, causando daño físico directa e indirectamente (cortes, intentos de suicidio, perforaciones, anorexia). Métodos para diagnosticar la autoagresión: una conversación con un psiquiatra, un estudio psicológico de la esfera emocional y personal. El tratamiento específico incluye psicoterapia cognitivo-conductual y de grupo.

Información general

La palabra “autoagresión” es de origen latino, traducida como “atacarse a uno mismo”. Este tipo de comportamiento también se denomina autoagresión, autodestrucción, volverse contra uno mismo. La autoagresión es una variante patológica de la respuesta al estrés y la amenaza de mala adaptación. Una variedad de formas de manifestación, desde pensamientos de autoculpabilidad y pasión por la perforación hasta intentos de suicidio, no nos permite determinar la epidemiología. Las formas más peligrosas de autoagresión están sujetas a contabilidad estadística: suicidio (0,02%), drogadicción (1,5-1,7%), alcoholismo (4,5-4,8%). El comportamiento autoagresivo, especialmente sus formas severas, es más propenso a los hombres.

Autoagresión

Causas de la autoagresión

El estrés activa mecanismos de defensa que te permiten mantener el equilibrio a nivel mental y fisiológico. La autoagresión ocurre como una reacción crítica; los desencadenantes contribuyen a su desarrollo: factores situacionales, a menudo sociales, que cambian el umbral de resistencia al estrés. En los adultos, las razones para desencadenar un comportamiento autoagresivo incluyen:

  • Consecuencias de una mala crianza. La autodestrucción se manifiesta como una reacción conductual fija después de la humillación y la falta de amor de los padres. El motivo puede ser exigencias excesivas, acusaciones frecuentes, críticas infundadas, comparación con el éxito de los demás, privación de comunicación y atención como castigo.
  • Violencia vivida. Las víctimas de acciones violentas cometen acciones autoagresivas para aliviar la tensión acumulada, arrojan emociones no reaccionadas (odio, ira, ira). En el grupo de riesgo se encuentran las personas que fueron sometidas a castigos físicos en la infancia, palizas a un cónyuge, participantes en hostilidades.
  • compromiso con la ideología. La pasión excesiva por la religión, el conocimiento filosófico y esotérico, los sistemas de nutrición, la actividad física a veces se encuentran con la incapacidad de cumplir con las prohibiciones y cumplir con los requisitos. Crece la tensión interna, surgen el odio hacia uno mismo, la vergüenza y la culpa.
  • Insatisfacción con el trabajo, la familia. El comportamiento autodestructivo se forma cuando es imposible responder abiertamente a conflictos, prohibiciones, restricciones, requisitos inaceptables. La autolesión le permite aliviar el estrés y salvar las relaciones sociales (trabajo, matrimonio, otras asociaciones beneficiosas).
  • Enfermedades mentales y somáticas. La causa de la autoagresión es el dolor insoportable, la depresión severa, la experiencia de impotencia física. Los pacientes cometen intentos de suicidio, autolesiones.
  • El deseo de manipulación. La autoagresión demostrativa es común entre los adolescentes y las personas con rasgos de carácter histéricos. El verdadero fin es la necesidad de la atención de los demás, obteniendo beneficios.

Patogénesis

La situación estresante que precede al desarrollo de la autoagresión surge sobre una base social: sobre la base de un síndrome de pérdida (pérdida de una persona importante, estatus), falta de apoyo de las instituciones sociales (familia, equipo), un fuerte aumento en el nivel de agresividad en la población, la incertidumbre social. Los mecanismos compensatorios de una persona se agotan, se forma un estado de preparación desadaptativa. Bajo la influencia de un factor desencadenante (razón), se desarrolla un comportamiento protector y adaptativo: autoagresión. Es un mecanismo protector que te permite mantener el equilibrio psicofisiológico.

Hay una redirección de las tendencias agresivas desde el objeto hacia la propia personalidad. La imposibilidad de descargar abiertamente emociones negativas en otra persona puede estar asociada con la inaccesibilidad física o temporal, la necesidad de mantener relaciones amistosas (conflictos con el jefe en el trabajo, esposa / esposo). En tales situaciones, la autoagresión se convierte en la forma más aceptable de responder a un estado de estrés y amenaza de inadaptación.

Clasificación

Se han desarrollado varias opciones para la clasificación de la autoagresión. Según las características de la manifestación, es abierta e indirecta. El primer tipo incluye el comportamiento suicida y las autolesiones. La forma indirecta es más difícil de reconocer, las acciones autodestructivas se realizan en la adicción a alimentos o químicos, el comportamiento fanático, autista o de víctima, los deportes extremos, así como en formas socialmente aceptables de autolesión (perforaciones, tatuajes). Según las formas de expresión, la autoagresión se divide en cuatro tipos:

  1. Psíquico (mental). Es provocada por una combinación de características psicológicas, manifestada por una tendencia o manifestación directa de autodestrucción verbal. Se realiza a través de la autoacusación, la autodegradación.
  2. Físico. Acompañado por un deseo de infligirse daño corporal a uno mismo. Una persona comete violencia física en su propio cuerpo: golpes, cortes, pinchazos.
  3. Espiritual. Incluye la adicción a las drogas, el alcoholismo, el aislamiento deliberado de la sociedad y otras actividades moralmente agotadoras. Esta forma de autoagresión afecta el estado emocional.
  4. Social. La dirección principal del comportamiento es la separación de uno mismo de la comunicación, el deseo de convertirse en un paria. Las acciones no traen alegría por el desempeño, la satisfacción aparece en respuesta a la reacción negativa de la sociedad.

Síntomas de la autoagresión

La autoagresión se considera la manifestación más evidente del comportamiento autoagresivo. Existen sus formas directas: hematomas (puñetazos, patadas, cabeza contra la pared), cortes, mordeduras. Las variantes indirectas de autolesión se consideran adicción a la perforación, el tatuaje, la cicatrización y el acné exprimido. Otra forma obvia de autoagresión es la actividad suicida: pensamientos, planes e intentos suicidas. La dependencia alimentaria o química se manifiesta en forma de comer en exceso, negarse a comer, adicción a las drogas, abuso de sustancias, alcoholismo.

La inaceptabilidad de una manifestación abierta de autoagresión conduce a la participación en un comportamiento fanático. Una persona, castigándose a sí misma, se une a grupos religiosos y políticos destructivos, movimientos de fanáticos del deporte. En su composición, comete actos que muy probablemente traerán daño físico y condena por parte de la sociedad. Con el comportamiento autista, el autocastigo se realiza limitando la necesidad de comunicación, con el comportamiento de víctima, por el deseo (consciente o subconsciente) de situaciones de violencia que son peligrosas para la vida y la salud. Los deportes extremos -conducir un vehículo por una ruta con obstáculos, a alta velocidad, hacer paracaidismo- son uno de los tipos de autoagresión relativamente aprobados por la sociedad.

Complicaciones

En ausencia de asistencia psicoterapéutica, las variantes severas de autoagresión terminan en muerte como resultado de intentos de suicidio directos e indirectos, intoxicación con sustancias psicotrópicas y alcohol. Otras complicaciones incluyen la depresión, que se desarrolla sobre la base de sentimientos de culpa y agresión reprimida. Existe un alto riesgo de lesiones físicas, enfermedades somáticas. Entre los más comunes se encuentran contusiones, fracturas de columna y extremidades, esguinces de músculos y ligamentos, infecciones de piel y mucosas, intoxicaciones graves, coma.

Diagnóstico

La necesidad de un diagnóstico profesional surge en variantes severas de comportamiento autoagresivo: alcoholismo, drogadicción, anorexia, bulimia, comportamiento suicida, autolesiones. El estudio es realizado por un psiquiatra, psicoterapeuta, psicólogo, con el objetivo de identificar la autoagresión y sus causas. Se utilizan los siguientes métodos:

  • Clínica y anamnésica. El médico escucha las quejas, aclara la gravedad y duración de los síntomas, la presencia de factores de estrés, enfermedades somáticas y mentales concomitantes. Las preguntas están enfocadas a determinar las características de las relaciones en la familia, en el trabajo, la detección de traumas psicológicos.
  • Cuestionarios. Se utilizan preguntas para estudiar características emocionales y personales y pruebas muy específicas que revelan tendencias autoagresivas. El psicólogo determina un conjunto de métodos de diagnóstico individualmente, puede incluir MMPI (cuestionario de personalidad multifactorial de Minnesota y sus modificaciones SMIL, MMIL, mini-dibujos animados), cuestionario de Eysenck, técnica de diagnóstico de agresión de C. Spielberger, cuestionario de Bass-Darky.
  • Pruebas proyectivas. Se utilizan técnicas de dibujo e interpretación además de cuestionarios, que revelan autoagresiones subconscientes. Se está realizando el Test de Frustración de S. Rosenzweig, Test Aperceptivo Temático, se le pide al paciente que realice un dibujo de una persona, un animal inexistente.

Tratamiento de la autoagresión

Con el comportamiento autoagresivo, un enfoque individual es importante en la selección de métodos de tratamiento. Se tienen en cuenta los mecanismos de desarrollo del trastorno, las características personales del paciente. La dirección etiotrópica se implementa mediante varios métodos de psicoterapia, los medicamentos se usan para eliminar los síntomas pronunciados de mala adaptación. El régimen de tratamiento general incluye:

  • Psicoterapia cognitivo-conductual. Las sesiones están dirigidas a comprender y cambiar las actitudes negativas hacia uno mismo, que se manifiestan en baja autoestima, complejo de culpa, exceso de responsabilidad, inseguridad y se materializan a través de la autoagresión. En la segunda etapa, aumenta el nivel de autocontrol, el comportamiento destructivo se reemplaza por uno productivo: se prueban técnicas de manifestación abierta pero segura de agresión externa.
  • Entrenamientos en grupo. En las condiciones de comunicación interpersonal, los pacientes dominan las habilidades de resolución de conflictos de compromiso, expresión segura de sentimientos y deseos, defensa de su posición. A través de las reacciones de los participantes en el entrenamiento se produce la retroalimentación, dando una idea de la efectividad del comportamiento.
  • Terapia medica. Con autoagresión severa, que representa un peligro para la salud y la vida del paciente, se usan drogas. El psiquiatra prescribe medicamentos, centrándose en los síntomas dominantes. Se pueden utilizar antidepresivos, tranquilizantes, neurolépticos.

Pronóstico y prevención

El pronóstico de la autoagresión se determina individualmente, según la forma del trastorno, la oportunidad del diagnóstico y el tratamiento, y la motivación del paciente para la recuperación. La prevención se basa en desarrollar habilidades sociales y aumentar la resistencia al estrés. El riesgo de autoagresión se reduce con la capacidad de expresar abierta y correctamente los propios sentimientos, de defender la propia opinión. En una situación en la que es imposible demostrar sentimientos negativos (ira, ira, agresión), es importante poder transferirlos en el tiempo y redirigirlos a otro objeto en el espacio externo. Ejemplo: asistir a deportes (boxeo, lucha libre) después de un día de trabajo. Es necesario aprender a analizar situaciones de interacción social que provocan tensión interna, encontrar tiempo para el entretenimiento, la relajación, el trabajo creativo u otra actividad favorita.

Breve resumen

Información general La palabra “autoagresión” es de origen latino, traducida como “atacarse a uno mismo”.
Causas de la autoagresión El estrés activa mecanismos de defensa que te permiten mantener el equilibrio a nivel mental y fisiológico.
Patogénesis La situación estresante que precede al desarrollo de la autoagresión surge sobre una base social: sobre la base de un síndrome de pérdida (pérdida de una persona importante, estatus), falta de apoyo de las instituciones sociales (familia, equipo), un fuerte aumento en el nivel de agresividad en la población, la incertidumbre social.
Clasificación Se han desarrollado varias opciones para la clasificación de la autoagresión.
Síntomas de la autoagresión La autoagresión se considera la manifestación más evidente del comportamiento autoagresivo.
Complicaciones En ausencia de asistencia psicoterapéutica, las variantes severas de autoagresión terminan en muerte como resultado de intentos de suicidio directos e indirectos, intoxicación con sustancias psicotrópicas y alcohol.
Diagnóstico La necesidad de un diagnóstico profesional surge en variantes severas de comportamiento autoagresivo: alcoholismo, drogadicción, anorexia, bulimia, comportamiento suicida, autolesiones.
Tratamiento de la autoagresión Con el comportamiento autoagresivo, un enfoque individual es importante en la selección de métodos de tratamiento.
Pronóstico y prevención El pronóstico de la autoagresión se determina individualmente, según la forma del trastorno, la oportunidad del diagnóstico y el tratamiento, y la motivación del paciente para la recuperación.