Bulimia

 

La bulimia es una enfermedad mental del grupo de los trastornos alimentarios, que se caracteriza por episodios de consumo excesivo e incontrolado de alimentos y posterior vaciamiento violento del estómago. Los pacientes comen en exceso periódicamente, después de lo cual experimentan sentimientos de culpa y autodesprecio, recurren a varios métodos para limpiar el cuerpo: provocan vómitos, usan enemas, laxantes y diuréticos. Para reducir el peso se utilizan dietas estrictas y actividad física intensa. El diagnóstico de la bulimia se realiza por el método clínico y con la ayuda de cuestionarios de psicodiagnóstico. El tratamiento incluye psicoterapia, dietoterapia y antidepresivos.

Información general

El término “bulimia” proviene del idioma griego, traducido como “hambre de toro”. La investigación activa sobre la enfermedad se ha llevado a cabo desde la década de 1970. Luego, un médico de los EE. UU., J. Russell, estudió casos de alternancia de comer en exceso y rechazo de alimentos entre estudiantes universitarios y, por primera vez, utilizó el concepto de “bulimia nerviosa”. Los nombres sinónimos son cinerexia, bulimia nerviosa, hambre de lobo. Este trastorno ocurre 2-3 veces más a menudo que la anorexia. La epidemiología entre adolescentes y mujeres jóvenes es del 1,6%, entre los hombres, del 0,5%. La incidencia es máxima en el período de 15 a 24 años. Alrededor del 90% de los pacientes son niñas y mujeres cuyo peso está dentro del rango normal o superior. La mayoría de ellos están empleados en áreas que requieren control de peso corporal: bailarines, gimnastas, modelos, corredores.

bulimia

Las razones

Por origen, la bulimia es polimórfica, existen factores predisponentes internos y externos, sociales, así como eventos que sirven como desencadenante para la aparición de la enfermedad. La mayoría de los pacientes tienen una percepción distorsionada de la comida, comer para ellos es una forma de reducir el estrés emocional y no de saciar el hambre. Las razones para el desarrollo de la enfermedad incluyen:

  • Enfermedades somáticas. Los ataques de atracones descontrolados pueden ocurrir como resultado del daño orgánico en algunas partes del cerebro, como el centro de alimentación o los lóbulos frontales de la corteza. El aumento patológico del apetito también se observa en trastornos metabólicos: resistencia a la insulina, diabetes mellitus e hipertiroidismo.
  • Rasgos emocionales y personales. La bulimia se diagnostica con mayor frecuencia en individuos con mayor responsabilidad, baja autoestima, inestabilidad de la imagen del yo corporal y personal. Son propensos a una tensión afectiva prolongada, sufriendo sentimientos de desesperanza, impotencia y culpa.
  • Hábitos, crianza. Comer en exceso puede ser un patrón de comportamiento transmitido desde la infancia, desde la familia paterna hasta la edad adulta. El riesgo de desarrollar la enfermedad es mayor con los requisitos de los padres de comer una porción, con la prohibición de tirar los restos de comida.
  • Estrés. La absorción de alimentos deliciosos puede reducir las experiencias emocionales desagradables. Las convulsiones a menudo ocurren después de la exposición a factores de estrés: peleas con seres queridos, alta carga académica o de trabajo, falta de tiempo.

Patogénesis

La sobrealimentación periódica incontrolada se forma sobre la base del estrés emocional por el tipo de comportamiento adictivo. Los ataques bulímicos van precedidos de un aumento del malestar afectivo: ansiedad, tristeza, ira. Cuanto más intensa es la emoción negativa, más fuerte es el hambre. En el proceso de comer, se desarrolla un breve período de euforia, la tensión desaparece. Los pacientes son incapaces de controlar la absorción de los alimentos, no sienten el momento de saturación, dejan de comer cuando aparecen náuseas, sensación de plenitud, pesadez y dolor en el abdomen. La euforia es reemplazada por una experiencia de culpa, ira y desprecio por los propios hábitos. Los intentos de restablecer el estado anterior se realizan provocando el vómito, tomando laxantes y diuréticos. Después del vaciamiento del tracto gastrointestinal, las experiencias afectivas se debilitan. Después de algún tiempo, el ataque se repite.

Clasificación

Tradicionalmente, la bulimia se ha clasificado en dos tipos: purgatoria o clásica, y no purgatoria. En el primer caso, los pacientes abusan de los enemas, provocan un ataque de vómitos, toman diuréticos y laxantes. La bulimia no depurativa es menos común, comer en exceso se compensa con una huelga de hambre, deportes activos. Según la naturaleza de los ataques de gula, se distinguen tres tipos de la enfermedad:

  • paroxístico. Los períodos de absorción de grandes volúmenes de alimentos ocurren repentinamente después de algún tiempo después de los “procedimientos” de limpieza. La duración del tiempo sin glotonería varía de 6 a 12 horas a varios días.
  • Constante. Comer en exceso se reemplaza por la limpieza, casi de inmediato el apetito vuelve a aumentar. Es difícil aislar los ataques, los pacientes absorben los alimentos casi continuamente.
  • Noche. Los ataques de hambre y glotonería se desarrollan por la noche. Durante el día, el apetito es normal o reducido.

Síntomas de la bulimia

El principal signo clínico son los episodios de sobrealimentación. Los pacientes consumen una gran cantidad de alimentos en un corto período de tiempo. El apetito crece repentinamente, en el contexto de malestar emocional causado por razones externas o internas: peleas, fracasos, recuerdos desagradables. El comportamiento de los pacientes se vuelve impulsivo, dirigido a encontrar oportunidades para retirarse y saciar la sensación de hambre. Eligen alimentos con el mayor contenido de grasas y carbohidratos: pasteles, tartas, guarniciones con salsa y carne. El proceso de absorción de los alimentos, por regla general, ocurre solo, no se puede controlar, acompañado de una sensación de alegría, euforia y alivio después del estrés.

Los pacientes no sienten el momento de saciedad, continúan comiendo hasta que se acaba la comida o hay síntomas fisiológicos pronunciados de comer en exceso, como náuseas, dolor abdominal, hinchazón y sensación de saciedad. Al mismo tiempo, los pacientes reciben varios miles de calorías, lo que excede sus necesidades energéticas diarias. Después de un ataque de glotonería, hay irritación, ira, autodesprecio, culpa por lo que han hecho, miedo a engordar. Para reducir las experiencias negativas, se implementa un comportamiento compensatorio. Incluye una variedad de formas de deshacerse de lo que ha comido: provocación mecánica y química del vómito, procedimientos de enema, toma de diuréticos y laxantes. Para evitar el aumento de peso, los pacientes practican ayuno y participan activamente en deportes.

En muchos pacientes, el peso corporal corresponde a la norma o la supera ligeramente. Al mismo tiempo, los pacientes están demasiado preocupados por el exceso de peso imaginario o real, no están satisfechos con la forma del cuerpo, están insatisfechos con su apariencia y se esfuerzan por perder peso. El comportamiento típico es comer alimentos dietéticos bajos en calorías frente a otras personas y luego comer alimentos ricos en calorías en privado. En contraste con la anorexia nerviosa, los pacientes con bulimia son más críticos con su condición, son conscientes de la presencia de un trastorno alimentario, sienten arrepentimiento y culpa, y es más probable que admitan ante los demás que tienen una enfermedad y experiencias asociadas con ella. Debido a esto, están menos aislados socialmente, menos propensos a cometer actos impulsivos que no están relacionados con la nutrición, menos propensos a la depresión, la drogadicción y el alcoholismo. Los trastornos de ansiedad son más comunes en bulímicos.

Complicaciones

El vaciado forzado del estómago y los intestinos conduce al desarrollo de enfermedades somáticas persistentes. Los vómitos, el aumento de la diuresis y la diarrea provocan deshidratación, alteración del equilibrio hidroelectrolítico e insuficiencia renal. Comer en exceso y los vómitos frecuentes pueden causar la ruptura del esófago o el estómago. El vómito daña el esmalte dental, aumenta el riesgo de caries y enfermedad de las encías. El abuso de laxantes forma dependencia, hipotensión intestinal, estreñimiento. Las enfermedades cardiovasculares (arritmias, miocardiopatías) son causadas por la deficiencia de magnesio y potasio, el uso prolongado de jarabe de ipecacuana (emético). Por parte del ámbito emocional y personal, las complicaciones de la bulimia están representadas por trastornos afectivos bipolares y obsesivo-compulsivos.

Diagnóstico

El diagnóstico se establece sobre la base de datos clínicos y anamnésicos obtenidos durante la conversación de un psiquiatra o psicoterapeuta con el paciente y sus familiares. Entre los síntomas, el clínico distingue neuróticos (depresión, culpabilidad, ansiedad), somáticos (cambios de peso, trastornos digestivos) y conductuales (comer en exceso, provocar diarrea, vómitos). Además, se pueden utilizar cuestionarios de psicodiagnóstico específicos, por ejemplo, el Eating Attitude Test EAT-26. El diagnóstico diferencial consiste en distinguir la bulimia de las enfermedades del tracto gastrointestinal, que provocan recaídas de vómitos, y de los trastornos psicopatológicos de la personalidad, acompañados de una especie de conducta desviada. Para confirmar el diagnóstico, es necesario identificar la presencia de tres criterios clínicos:

  1. Comer en exceso periódicamente. Los episodios de comer en exceso se observan al menos 1 vez por semana durante 3 o más meses. El consumo de una gran cantidad de alimentos va acompañado de una pérdida de control, una incapacidad para sentir el momento de saturación.
  2. Comportamiento compensatorio recurrente. Al menos una vez a la semana durante 3 meses se presentan episodios conductuales encaminados a despojar al organismo de alimentos y/o adelgazar. Esta categoría incluye inducir el vómito, tomar anorexígenos, diuréticos, laxantes, periodos de ayuno, entrenamiento intenso.
  3. experiencias neuróticas. La motivación, los intereses y los pensamientos de los pacientes se concentran en el exceso de peso, la forma del cuerpo y la apariencia. Se determina el miedo a la obesidad, la dependencia de la autoestima de la apariencia y el peso corporal.

Tratamiento bulimia

Con la terapia compleja, la mayoría de los trastornos son reversibles. El tratamiento debe ser realizado por un psiquiatra, psicoterapeuta y nutricionista. En presencia de complicaciones, se requiere la ayuda de especialistas limitados: gastroenterólogo, dentista, cardiólogo. En la mayoría de los casos, todas las actividades se realizan de forma ambulatoria. Su objetivo es estabilizar el estado somático, restaurar el apetito normal y reducir los episodios conductuales de limpieza gastrointestinal. Los siguientes tratamientos se consideran los más efectivos:

  • psicoterapia conductual. Las sesiones de terapia cognitivo-conductual aumentan la motivación del paciente para una nutrición normal, reducen la ansiedad por la apariencia y el peso y eliminan el deseo de comer en exceso. El psicoterapeuta ayuda a dominar formas productivas de lidiar con el estrés, introducir y consolidar los hábitos alimenticios correctos. La efectividad de este método con una aplicación aislada alcanza el 50%, con un enfoque integrado es mayor.
  • Psicoterapia interpersonal. La base del tratamiento es la identificación y resolución de los problemas personales que provocan la bulimia. Las sesiones se realizan individualmente y en grupo. Al aumentar la autoestima del paciente, su actividad social le permite reemplazar la forma improductiva de aliviar el estrés (glotonería) por formas útiles.
  • Tomar ISRS. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina actúan como antidepresivos, reduciendo la ansiedad y la depresión en los pacientes. También tienen un ligero efecto anorexigénico: reducen el apetito y los antojos de alimentos ricos en calorías. Al tomar medicamentos, se reduce la frecuencia de comer en exceso y vomitar.

Pronóstico y prevención

El tratamiento complejo de la bulimia dura de 4 a 8 meses, pero proporciona una alta eficiencia: el 80% de los pacientes se curan por completo de los hábitos alimenticios patológicos. A pesar de esto, se mantiene una mayor atención al peso corporal y la ingesta de alimentos, lo que aumenta el riesgo de recaída. La principal medida preventiva es la actitud correcta hacia la alimentación y la apariencia en la familia. El hábito de una alimentación saludable se forma sobre la base de la autoestima estable de un niño, su confianza en sí mismo. Está prohibido usar la comida como recompensa por el éxito o retener la comida como castigo por los errores y la desobediencia.

Breve resumen

Información general El término “bulimia” proviene del idioma griego, traducido como “hambre de toro”.
Las razones Por origen, la bulimia es polimórfica, existen factores predisponentes internos y externos, sociales, así como eventos que sirven como desencadenante para la aparición de la enfermedad.
Patogénesis La sobrealimentación periódica incontrolada se forma sobre la base del estrés emocional por el tipo de comportamiento adictivo.
Clasificación Tradicionalmente, la bulimia se ha clasificado en dos tipos: purgatoria o clásica, y no purgatoria.
Síntomas de la bulimia El principal signo clínico son los episodios de sobrealimentación.
Complicaciones El vaciado forzado del estómago y los intestinos conduce al desarrollo de enfermedades somáticas persistentes.
Diagnóstico El diagnóstico se establece sobre la base de datos clínicos y anamnésicos obtenidos durante la conversación de un psiquiatra o psicoterapeuta con el paciente y sus familiares.
tratamiento bulimia Con la terapia compleja, la mayoría de los trastornos son reversibles.
Pronóstico y prevención El tratamiento complejo de la bulimia dura de 4 a 8 meses, pero proporciona una alta eficiencia: el 80% de los pacientes se curan por completo de los hábitos alimenticios patológicos.