¿Cómo dejar ir el resentimiento?

 

Cómo perdonar una ofensa y por qué es muy importante hacerlo

A menudo nos ofendemos con los seres queridos, con el destino e incluso con nosotros mismos. ¿Por qué este fenómeno es tan común en nuestras vidas?

El resentimiento aparece como respuesta al surgimiento de una importante disonancia entre lo deseado y lo real, entre lo esperado y lo recibido. “Parpadea” como una reacción a una injusticia percibida hacia uno mismo. Cada persona puede experimentar “inyecciones” de resentimiento, pero las personas delicadas se quedan atrapadas en este sentimiento durante mucho tiempo, mientras que otras logran superar rápidamente el resentimiento.

El quisquilloso se perjudica, en primer lugar, a sí mismo, porque al ofenderse pierde la flexibilidad y la adecuación del pensamiento, el impulso de la libertad
y, finalmente, el buen humor.
Algunos investigadores argumentan que, como resultado
del resentimiento, una persona puede desarrollar dolencias físicas, desde psicosomáticas leves hasta oncológicas. Desde un punto de vista espiritual y religioso, el resentimiento es un pecado grave para el alma humana.

Por lo tanto, las personas deben ser conscientes del resentimiento como un problema que se debe trabajar. 

Ofrecemos adoptar algunas recomendaciones que ayudarán a deshacerse del resentimiento y perdonar al ofensor:

  • Una medida preventiva es no establecer expectativas específicas para el interlocutor si la persona no quiere decepcionarse de él. Trate de vivir como si fuera un viajero pionero.
  • Da retroalimentación si alguien se comportó de manera irrespetuosa: “No me gusta cuando haces o dices eso”. Si el ofensor no comprende y continúa comportándose como un patán, no debe soportar los insultos. El hombre no es un basurero donde se puede tirar todo. Hay una frase: “No estoy ofendido, pero saque conclusiones”. Es mejor reducir la comunicación con esa persona al máximo nivel posible, pero no debe guardar rencor. Por supuesto, cualquier insulto es desagradable, pero ¿de qué sirve ofenderse si una persona sabe que no se merece esa actitud hacia sí misma? Es muy difícil ofender a alguien que se trata a sí mismo con respeto.
  • Use su imaginación. Digamos que tomó medidas: aumentó la distancia con el delincuente o, por el contrario, se reconcilió, pero aún hubo un insulto, un regusto desagradable. Hay una técnica psicológica interesante que puedes hacer en tu mente, imaginación y que está diseñada para ayudarte a lidiar con las emociones negativas. Por regla general, el mismo ofensor, una persona acomplejada, que quiere ensalzarse humillando a los demás, es una desafortunada persona perdida que no está familiarizada con el amor y la compasión. Quizás él mismo necesite apoyo moral, pero lo oculta cuidadosamente detrás de la rudeza. Entonces, imagina en tu imaginación que le estás dando a esta desafortunada persona lo que lo que, en tu opinión, echa mucho de menos en la vida, sosténgalo en tu mano, y él sonríe en respuesta y está muy feliz. Si realiza esta técnica cualitativamente, ayuda a deshacerse del resentimiento o, al menos, a
    reducir las emociones negativas.
  • Para no ofenderte por el destino, no atormentarte porque la vida no es justa contigo, no necesitas compararte con nadie, sino aprender a apreciar
    lo bueno que tienes. Ambición moderada. A menudo, el resentimiento surge en el contexto de las grandes ambiciones y el orgullo de una persona. Sus intereses no se tuvieron en cuenta en la medida en que deseaba: aparecieron sentimientos de herida y resentimiento. Mira la situación desde afuera, trata de evaluarla objetivamente sin proyección sobre tu propia personalidad. Quizás el acto de una persona fue más justo para el estado general de cosas sin tener en cuenta los intereses de los individuos. Al final, no puedes complacer a todos. Además, las personas no están obligadas a complacerte siempre y en todo, tienen derecho a hacer lo que les parezca conveniente y correcto. A menudo, este tipo de situaciones no se envían a una persona desde arriba por casualidad, sino con el único propósito de que una persona aprenda a superar los niveles exorbitantes. Ambiciones del propio Ser, para resistir el veneno del alma humana: el orgullo.

¿Cómo actuar en una situación así?

Para empezar, cálmate y evalúa la situación con seriedad. Una persona “atrapada” por el resentimiento no es capaz de responder de manera flexible y adecuada. En lugar de sentarse y enfurruñarse, tranquilícese y considere si hay algo que pueda hacer para mejorar la situación. Si la respuesta es sí, actúe, no desperdicie su energía en quejas infructuosas.

  • Sé más indulgente. Todos tenemos nuestras debilidades, tal vez una persona tenía dolor de cabeza, dijo algo inapropiado y ya estabas ofendido. Aprende a perdonar pequeñas ofensas fácilmente.
  • No te guardes rencor a ti mismo. Todos cometemos errores o fallamos alguna vez. El hombre aprende de sus errores. Cada fracaso es una lección invaluable. No te reproches un error, busca en todo una oportunidad de autodesarrollo.
  • Bueno, la regla más importante de la superación de agravios. ¡ Ámense a sí mismos y a los demás, y entonces todo estará bien!