¿Cómo superar un ataque de pánico?

 

Algunas personas experimentan ataques de pánico de vez en cuando, una repentina oleada de ansiedad y miedo que es muy difícil de controlar. Cuando el corazón salta fuera del pecho, cuando es difícil respirar, una persona se siente mareada, dolor en el abdomen, todo esto puede ser evidencia de pánico elemental. Si los ataques se repiten una y otra vez, deben tratarse, ya que pueden convertirse en un trastorno de pánico, una enfermedad neurológica grave.
Señales de un ataque de pánico
¿Cómo puede saber una persona que está teniendo un ataque de pánico? Los síntomas de HER se desarrollan repentinamente y alcanzan su punto máximo en 10 minutos. La mayoría de los ataques duran de 20 a 30 minutos, a veces más de una hora.

Los siguientes signos pueden indicar un ataque de pánico:

  • dificultad para respirar;
  • taquicardia;
  • dolor y malestar en el pecho;
  • temblor;
  • sensación de irrealidad de los acontecimientos;
  • transpiración;
  • náuseas;
  • malestar estomacal;
  • entumecimiento;
  • mala termorregulación (sensación de frío o calor);
  • pérdida de control sobre la situación.

Muy a menudo, las personas confunden un ataque de pánico con un ataque al corazón, porque sus síntomas son similares.

¿Cómo ayudarse durante un ataque de pánico?

Si la persona se da cuenta de que está teniendo un ataque de pánico, se deben utilizar uno o más de los siguientes consejos:
Aplicar la técnica de respiración. Durante un ataque de pánico, la respiración de una persona se vuelve errática y superficial. Cuando respiramos con frecuencia, exhalamos más dióxido de carbono de lo habitual y es difícil que las células sanguíneas oxigenen el cuerpo. Como resultado, ingresa oxígeno insuficiente al cerebro, lo que conduce a falta de oxígeno, debilidad y mareos. Es decir, para superar el ataque, necesitas ralentizar tu respiración. Una persona debe concentrar toda su atención en cómo respira: contenga la respiración durante 8-10 segundos y luego exhale lentamente. Luego inhala, contando hasta tres, y exhala con la misma cuenta. Y así sucesivamente hasta que pase el ataque.

Distraerse. Los recuerdos agradables ayudan a distraer la atención de los eventos y experiencias desagradables. Puede ser un incidente divertido de la vida, un fragmento de tu película favorita, eso.
Mírate a ti mismo desde el exterior. Esto se llama la técnica del desapego, que es la siguiente: la mayoría de las veces, las experiencias de otras personas no se perciben tan dolorosamente como las propias. Por lo tanto, ante los primeros signos de pánico, uno debe mirarse desde afuera, arreglando todo lo que sucede, pero desde el punto de vista de un observador externo. Esto ayuda a calmarse y evaluar más objetivamente sus experiencias.

Cambia tu forma de pensar. Los patrones habituales de comportamiento también son extremadamente viables porque están reforzados por creencias humanas. Este es el llamado pensamiento negativo: el hábito de ver todo como una amenaza y prepararse para el peor de los casos. Si ya han ocurrido ataques de pánico, una persona debe aprender a pensar positivamente. Para hacer esto, el siguiente ejercicio ayudará: encuentre una declaración negativa, refútela y reemplácela por una positiva. De esta manera, una persona estará lista para un pensamiento positivo, y cuando note los síntomas de pánico que se avecinan, podrá calmarse, sintonizando con el bien.

Debe entenderse que estos consejos pueden ayudar a superar un ataque de pánico una o dos veces, pero no eliminarán la causa del ataque de pánico. Especialmente si ocurre una y otra vez. En este caso, definitivamente debe contactar a un psicoterapeuta que lo ayudará a comprenderse a sí mismo, a sus miedos, sentimientos y complejos. Solo dándote cuenta del problema, puedes superarlo.