El efecto del alcohol en los músculos.

Cada atleta debe recordar que el alcohol en cualquier forma y en cualquier cantidad siempre tiene un efecto negativo sobre los indicadores de fuerza y ​​el crecimiento muscular.

Un solo consumo de alcohol, incluso en el grado de intoxicación leve, equivale a saltarse el primer entrenamiento en términos del efecto sobre los músculos.


La intoxicación alcohólica pronunciada corresponde a perder una o dos semanas de entrenamiento.


El consumo sistemático de alcohol, incluso en “pequeñas” cantidades (0,5 litros de cerveza cada dos días), conduce inevitablemente al estancamiento y a la disminución del crecimiento muscular.


Para confirmar las tesis anteriores, a continuación presentamos los mecanismos fisiológicos del efecto del alcohol en los músculos con enlaces a varios estudios científicos.

1. El alcohol inhibe la síntesis de proteínas musculares

Se sabe que la síntesis de proteínas es el proceso de combinación en una determinada secuencia de aminoácidos. El consumo de alcohol ralentiza este proceso en un 20 por ciento, debido a la liberación de la hormona cortisol.

Un estudio en el que se analizó a ocho hombres sanos después de una sola dosis de alcohol (1,75 g por kg de peso corporal) mostró una disminución significativa en los niveles de testosterona además de un aumento en los niveles de cortisol.

2. El alcohol reduce la hormona del crecimiento

En el siguiente estudio, se demostró que el alcohol inhibe el crecimiento del tejido muscular al inhibir la secreción del factor de crecimiento similar a la insulina GF-I y, con ello, la hormona del crecimiento. Su nivel disminuye durante los próximos 2 días en aproximadamente un 70 por ciento.

3. El alcohol reduce los niveles de testosterona, aumenta los niveles de estrógeno.


Este proceso ocurre por varias razones.
Primero, debido a un aumento en la cantidad de proteínas a las que se une la testosterona. En segundo lugar, la conversión de testosterona en estrógeno (la hormona femenina) comienza a acelerarse. En tercer lugar, algunas de las bebidas alcohólicas (principalmente la cerveza) contienen sustancias similares a los estrógenos. Y en cuarto lugar, el alcohol y los metabolitos del alcohol son capaces de estimular los receptores de estrógeno. Debido a esto, muchos alcohólicos pueden ver signos de ginecomastia: agrandamiento de los senos junto con hipertrofia de glándulas y tejidos
grasos.

4.El alcohol causa deshidratación.

El consumo de alcohol se acompaña de una intensa secreción de líquido por los riñones, lo que conduce a la deshidratación. Y al mismo tiempo, sabemos que el agua juega un papel importante en la construcción de músculos, y con su falta, el crecimiento muscular comienza a detenerse, en casos severos, comienza la destrucción muscular. Incluso las bebidas con un bajo contenido de alcohol (4%) pueden dañar los músculos, ralentizar su recuperación, debido a la deshidratación.

5. Beber alcohol conduce al agotamiento de minerales y vitaminas

Cuando se bebe alcohol, hay una deficiencia de vitamina C, A, casi todas las vitaminas B, fosfatos, zinc y calcio. Estos minerales y vitaminas juegan un papel muy importante en el culturismo, ya que todos son necesarios para la síntesis de hormonas anabólicas endógenas y la construcción de músculos.

6. Formación de grasa

El alcohol es un compuesto bastante alto en calorías, 1 gramo contiene 7 calorías, que es significativamente más que los carbohidratos y las proteínas. Además, el alcohol interfiere con la función del ciclo de Krebs (un sistema de reacciones bioquímicas por el cual la mayoría de los organismos EUCARIOTAS obtienen la energía principal de la oxidación de los alimentos), que juega un papel muy importante en la descomposición de las grasas. El American Journal of Clinical Research encontró que 24 gramos de alcohol redujeron la oxidación de grasas en un 73 por ciento. Así, la mayor parte de la energía del alcohol se transferirá a las grasas.

7. Alteraciones del sueño

El consumo de alcohol provoca alteraciones del sueño, interrumpiendo la secuencia de sus fases rápida y lenta, lo que reduce las funciones reparadoras del sueño sobre los músculos.